Cuando la luna ha invadido las calles con su luz
el frio se siente a kilometros
y la soledad esta presente en cada rincon.
En el balcon de un humilde hogar
con el reflejo de la plateada y tenue luz de luna
vuelve a contemplar una vez mas
la fria y clara noche aquel chico sombrio,
su palido rostro, sus ojos profundos llenos de ojeras y pena
demuestran una vida llena de tristeza,
sus largos y delgados dedos
tocan las cuerdas de una vieja guitarra
creando una melodia llena de melancolia
mientras el humo de un cigarro ya consumido,
tirado en el suelo, expulsa su ultima sensacion de calor
para este afligido ser